La mujer es como el agua, fluye sin esfuerzo hacia su destino.
Su presencia es suave y sutil, pero su poder es inmenso y duradero.
Ella es la fuente de la vida, nutriendo a todos los seres con su amor.
Su paciencia es infinita, soportando los cambios y las dificultades con gracia y sabiduría.
Aunque es gentil y delicada, la mujer tiene una fuerza interior que no conoce límites.
Su espíritu es flexible y adaptable, capaz de enfrentar cualquier desafío con coraje y determinación.
Ella es la fuerza motriz detrás de la evolución planetaria, guiando a la humanidad hacia una mayor armonía y equilibrio.
Su presencia es un regalo invaluable para el mundo, y su sabiduría y compasión son esenciales para la supervivencia del Ser Humano.
Por eso, debemos celebrar y honrar a todas las mujeres, reconociendo su papel esencial en la creación de un mundo más justo y amoroso.
¡Que su luz brille siempre, y su amor y sabiduría inspiren a todos los seres hacia la paz y la armonía!.
Con respeto y admiración a todas las mujeres y muy especialmente a la mujer que más amo en la vida... ¡Mi mamá en sus 88 vueltas al sol!